martes, 29 de diciembre de 2015

Una Refutación Davidsoniana del EAAN.

El profesor Alvin Plantinga, uno de los epistemólogos
más renombrados de fines del siglo XX y el creador y
defensor del argumento que esta entrada pretende refuar.

Hola a todos. Hoy me propondré refutar el EAAN en su versión más explícita (ya que antes habríamos atacado tanto Corroza como quien escribe algunos aspectos de tal argumento, pero no al argumento entero).
Para empezar, el EAAN es la sigla de "Evolutionary Argument Against Nauralism", un ingenioso argumento desarrollado por Alvin Plantinga que intenta mostrar que para cualquier persona que crea en la evolución y en el naturalismo (la tesis según la cual la naturaleza lo es todo: no existe nada sobrenatural) es irracional al sostener ambas cosas. La expresión "evolutionary argument against naturalism" se puede traducir al español como "Argumento evolutivo contra el naturalismo".



En las siguientes líneas delineo el argumento en su versión de 1993.

Mi posición actual sobre el libre albedrío.

Hola a todos. Hoy hablaré sobre mi posición actual sobre el libre albedrío.

Yo estoy tomando la decisión, según mi propias intuiciones introspectivas, de escribir esta entrada y hacerlo de la forma en que lo hago. Según el determinismo ontológico, sin embargo, en 2001, en la época de los Dinosaurios o durante el Big Bang, ya era verdadera la proposición "Janou Glaeser escribirá en el 29/12/15 una entrada sobre su posición-en-ese-momento sobre el libre albedrío". Era inevitable: nada que nadie hiciera podría cambiar eso. Parece que esta intuición (mi libertad) choca con esta concepción determinista del mundo que muy probablemente sea verdadera. En esta entrada me gustaría refutar la tesis según la cual el determinismo es incompatible con el libre albedrío y viceversa.

Ahora bien. Una definición de libre albedrío debe dar cuenta de la responsabilidad moral. Por ejemplo, si yo digo "yo elegí hacer tal acción porque elegí entre varios futuros uno en especial, el cual incluía el hecho de que yo llevara a cabo esa acción", entonces presupongo que libre albedrío = elegir entre diferentes futuros. Tengo, pareciera, una base conceptual sólida para dar cuenta de la responsabilidad moral. Sin embargo, no es necesario, si uno es de la idea de que existe la responsabilidad moral (como lo son todas las personas con buena salud mental, -incluso aquellas que en el ámbito filosófico dicen lo contrario) creer en esa concepción de libre albedrío, que es, ahora sí, inencajable en un mundo determinista. Por ejemplo, si yo realizo una acción pero quería hacer otra cosa (por ejemplo si me apuntan con un arma) no estoy ejerciendo plenamente mi libre albedrío (aunque tampoco tengo libre albedrío cero, ya que luego de pensarlo durante menos de un segundo, llego rápidamente a la conclusión de que hacer lo que me diga el sujeto que me está amenazando con un arma es la mejor opción; entonces a fin de cuentas hago lo que quiero, aunque no lo que quería inicialmente). Bien; supongamos que hay un sujeto que quiere llevar a cabo una acción A, y la lleva a cabo. ¿Qué importa si había otros futuros posibles en donde A no ocurriera? De haberlos, y de no estar el sujeto condicionado por ningún factor externo como puede serlo el hombre del arma, tal sujeto habría elegido, de todos modos, el futuro A. Entonces, para que se dé el fenómeno del libre albedrío, no se necesitan muchos futuros posibles, sino simplemente el futuro que uno quiere. El libre albedrío, entonces, pasa de ser una elección entre futuros (cosa imposible dado el determinismo), a ser simplemente una concordancia-por-motivos-causales entre la acción y la voluntad. Y esto, amigos míos, sí existe. ¿Pero cómo se da cuenta entonces de la responsabilidad moral? Bien, si yo (o cualquier ser humano) asesino a una persona, o le robo sus pertenencias a una persona, si tenía la intención de hacerlo eso implica que soy culpable. No elegí nada: simplemente actué de acuerdo a mi voluntad y eso es motivo suficiente para ponerme tras las rejas (aclaro por si las dudas: no recuerdo haber hecho nada semejante, esto es sólo a modo de ejemplo).

Revisemos, entonces (antes de despedirme) las siguientes objeciones a mi planteo:

A. "Si tu le deseas la muerte a alguien, no irás a la cárcel por ello, pero sí irás si te llevas a tu mismo a una instancia en la cual cumplís con tu deseo (i. e. asesinás a esa persona)".
RESPUESTA: hay que recordar que tener la voluntad de hacer cierta acción es necesario pero no suficiente para ser responsable de una acción; para ser suficiente se necesita añadir otro factor, a saber (y como dije antes), que el sujeto en cuestión intente llevar a cabo la acción -es decir que se de una de las siguientes dos condiciones: (i) el sujeto lleva a cabo la acción (ii) el sujeto no lleva a cabo completamente la acción pero esto se debe a factores externos inesperados (por ejemplo, en el caso de asesinar con un arma, que el tiro se desvíe y que lo atrapen al sujeto).

B. "Pero la voluntad también está predestinada según el determinismo"
RESPUESTA: las voluntades espontáneas (es decir, que surgen del individuo sin condicionamiento externo -por ejemplo, un condicionamiento externo podría ser alguien que te está supervisando-) no son ni libres ni no-libres: son, según la concepción que delineo aquí, el marco por el cual se determina si una acción fue libre o no.

Si alguien quiere seguir defendiendo las objeciones A o B, o tiene alguna otra objeción, me gustaría que me lo comuniquen por medio de los comentarios así podemos debatir sobre este tema tan interesante y complejo.

Michael Janou Glaeser.


miércoles, 23 de diciembre de 2015

Mero ateísmo.

Hola a todos. Hoy les quiero presentar algunos argumentos a favor del ateísmo y refutar otros a favor del teísmo. Espero que los disfruten.

PRIMERA PARTE.
ARGUMENTOS A FAVOR DEL ATEÍSMO.

(A) El argumento de la carga de la prueba.

(1) Dios no es un objeto de la experiencia inmediata (no lo percibimos del mismo modo que percibimos sonidos, imágenes, olores, etc. de objetos).
(2) Dios no es un ente cuya existencia sea sentido común (de lo contrario, no sería necesario el adoctrinamiento religioso para que sigan las religiones)
(3) Cualquier ente que no sea un objeto de la experiencia y cuya existencia no sea de sentido común y sea posible dudarla razonablemente, es un objeto tal que la hipótesis de su existencia tiene que ser respaldada con pruebas, mientras que su no existencia es una hipótesis que no necesita pruebas, al menos no al principio.
(4) No existen pruebas de que exista un Dios (un ser omnipotente, omnisciente, omnibenevolente, etc,).
(5) Por lo tanto, el ateísmo es la tesis más racional.

Para defender la tesis 4, está la segunda parte de mi post.


(B) Argumento del mal.

(1) Existe el mal.
(2) Dios si existiera podría evitar el mal, sabe que existe el mal y tiene razones para hacerlo.
(3) Por lo tanto si Dios existe, no existe el mal.
(4) Ergo, Dios no existe (de 1 & 3).

Aquí se podrá objetar que la premisa (3) es falsa y que la premisa (2) no basta para sustentarla. Por ejemplo, Dios podría tener otras razones para permitir el mal y esas razones podrían ser superiores a las que tenga para evitarlo. Aquí se cita a menudo el libre albedrío.
Sin embargo, quiero plantear un desafío al teísta: si existen tales razones para permitir el mal, un hombre que pueda frenar un mal, también debería evitar frenarlo, por las mismas razones que Dios. Pero entonces, estaría bien por ejemplo, que un doctor no cure el cáncer de un paciente, por la misma razón que Dios no lo cura. Esto, sin embargo, es insostenible. Además, y aquí me enfoco en el libre albedrío, éste es limitado: no puedo, por más que quiera, caminar por el techo y nadie anda diciendo que Dios está atentando contra mi libre albedrío. De la misma forma, si Dios nos hubiera creado incapaces de hacer el mal, aún así podríamos seguir teniendo algo (aunque menos, pero aún bastante) de libre albedrío. Por último, si el libre albedrío es la razón por la cual existe el mal, entonces en el cielo no hay libre albedrío. Pero si en el cielo no hay libre albedrío, entonces no es un lugar bueno para estar (ya que según el teísta el libre albedrío es más importante que el bien moral dado y recibido). Todo esto además que la defensa del libre albedrío sólo demostraría que el mal moral (ej: asesinatos, violaciones, tortura) no es incompatible con Dios. Pero el mal moral no es el único tipo de mal: también existe el mal natural (por ej: tsunamis, terremotos, erupciones de volcanes, etc.). Estos no parecen estar a cargo de ningún agente con libre albedrío. Sin embargo Dios permite que sucedan males naturales.

(C)
ARGUMENTO DE LA NO CREENCIA.

(1) Si existe un Dios todo-amor, entonces existe un ser que quiera tener una relación de amor con cualquier persona.
(2) Para que haya una relación de amor entre dos personas, cada una necesita creer que la otra existe.
(3) Si existe un Dios todo-amor, entonces existe un ser que quiera que cada persona crea en él.
(4) Si existe Dios, él tiene medios para mostrarse ante personas de tal forma que el amor previamente delineado llegue a ser el caso.
(5) Sin embargo, Dios no usa estos medios.
(6) O bien Dios no existe, o tiene razones para no revelarse en la vida de cada persona con el fin de crear una creencia en esa persona y luego una relación de amor.
(7) Dios no puede tener ese tipo de razones (ya que no habría razones para evangelizar; además, para Dios -si existiera- no hay nada más importante que la relación de amor que puede llegar a entablar con sus creaciones humanas).
(8) Ergo Dios no existe.

SEGUNDA PARTE.
REFUTACIONES DE ARGUMENTOS TEÍSTAS.

(A)
Argumento Cosmológico de Leibniz. Su primer premisa es de carácter taxonómico: divide los objetos existentes en dos: existentes necesariamente (que es inconcebible que no existan) y los existentes contingentemente (los objetos cotidianos, que a pesar de existir, es imaginable un mundo donde no existen, es decir, podrían no existir). La segunda premisa es la del principio de razón suficiente, el cual nos informa que la existencia de todo lo que existe contingentemente tiene una explicación en términos de la existencia de otra cosa externa; en cambio la existencia de entes que existen necesariamente se explica a través de que existen necesariamente. La tercera y última premisa es que hay cosas que existen contingentemente. De ahí se saca la conclusión de que existe una cadena de explicaciones en términos de cosas contingentes y que esa cadena, de ser infinita, sería de todos modos contingente, y necesitaría una explicación. Pero como hay sólo una dimensión del tiempo, la cadena contingente no puede ser infinita. Por lo tanto, tiene que parar en algún lugar, es decir: debe tener un comienzo. Y ese comienzo debe ser un existente necesario, ya que si no lo fuera la cadena continuaría. A este argumento se le pueden hacer tres críticas. La primera es que no muestra que exista un Dios, sino que sólo demuestra que existe un ser cuya existencia es necesaria y que puede causar la existencia de otros entes. Pero imaginemos que Dios fuera eso: un ser que existe necesariamente y que puede causar la existencia de otros entes. Entonces, tenemos una segunda crítica: consideremos el hecho “Dios crea cosas contingentes”. O bien es necesario, o bien es contingente. Si es necesario, entonces la existencia de las cosas contingentes también lo es (ya que según el argumento, Dios existe). Pero entonces no existen cosas contingentes, sino que todos los existentes son necesarios. Esto iría contra de la tercera premisa. De modo que a Leibniz le queda una única salida: postular que el hecho “Dios crea cosas contingentes” es contingente. Pero si es contingente, necesita una explicación, de modo que la cadena de explicaciones seguiría, y cada vez que se intentase parar, nos toparíamos nuevamente con este problema. Por último, tenemos una tercera objeción: que es que el principio de razón suficiente podría perfectamente aplicarse solamente a cosas que, además de ser contingentes, fueran temporalmente finitas, de modo que una cadena infinita de explicaciones no necesitaría a su vez otra explicación externa.
(B)
Argumento Cosmológico de Kalam. Su primera premisa es que todo lo que comienza a existir tiene una causa de su existencia. La segunda y última es que el universo comenzó a existir. La conclusión es que el universo tiene una causa de su existencia. A este argumento se le pueden hacer tres críticas: la primera, es que sólo demuestra que el universo tiene una causa inmaterial, pero ésta no tiene por qué ser Dios. La segunda, es que la primera premisa tiene menos evidencia que otra, alternativa, a la que llamaremos premisa 1b, la cual dice: “todo lo que no es el universo tiene una causa”. Sin embargo, partiendo de tal premisa, no se puede probar la conclusión. La tercera objeción es que la segunda premisa no es segura en la cosmología actual: el universo pudo existir siempre.

(C) Argumento Ontológico: considerar el ser más perfecto posible. Si no existe, hay un ser aún más perfecto: uno que sí existe. Por lo tanto, el ser más perfecto posible existe. Las críticas son tres. Primero, no prueba la existencia del Dios bíblico, el cual es bastante imperfecto. Y segundo, yo podría decir lo mismo, al revés: considerar el peor ser posible. Si no existe, hay un ser aún peor, uno que sí exista. Por lo tanto el peor ser posible existe. La tercera objeción es que “perfecto” significa que tenga cada propiedad desarrollada al máximo. Pero la existencia no es una propiedad.

(D) Argumento teleológico. Se habla de leyes que fueron “finamente ajustadas” para permitir la vida. Sobre eso diré lo siguiente: quien crea en el ajuste fino y en que éste implica un diseñador inteligente, debe admitir que el diseñador es, de una forma en la que no debería sorprendernos, más complejo que su diseño. Pero, el ateo podría decir entonces,  “las  leyes de la física son eternas, inalterables (invariables) y universales; no necesitan, por tanto, una razón suficiente”. El creyente entonces está en posición de jaque-mate: si concuerda con el ateo, entonces gana el ateo. Y si no lo hace, seguramente justificará la negación de la premisa del ateo con la siguiente frase: “es cierto que las leyes son eternas, inalterables, invariables y universales, pero son tan complejas (y/o posibilitan tanta complejidad) que igual necesitan una explicación”. Pero esta frase también es contraria al diseño inteligente: Dios, por más eterno o atemporal que sea, también crea cosas altamente complejas, y es por lo tanto también muy complejo, y por consiguiente debe tener una explicación externa. Así, tanto si el creyente dice que lo atemporal-pero-muy-complejo necesita una explicación, como si dice que no la necesita, estará en problemas. Lo único que puede hacer es decir que el creador se creó a sí mismo, pero si existe tal poder (es decir, un poder que desafía las leyes más intuitivas y confirmadas de la cronología), ¿por qué el universo físico y natural no lo puede tener? En otras palabras, ¿Por qué es necesario invocar a un Dios que tenga tal poder, en vez de directamente postular que el universo lo tiene?

(E) Argumento Moral. Su primera premisa es que si Dios no existiera, no existirían valores morales objetivos. Su segunda premisa es que existen valores morales objetivos. Por lo tanto, existe Dios. La primera premisa es totalmente falsa. Es verdad que matar está mal. Otra cosa es el problema es/debería ser, que plantea que no se pueden deducir hechos morales de hechos o conjuntos de hechos fácticos. Pero esto no implica que los hechos morales no sean verdaderos: es como decir que las leyes de la física son falsas porque no se pueden derivar de las leyes de la lógica.

Si algún creyente conoce otro argumento (y sí, que los hay, los hay: véase el argumento de la existencia de leyes de la lógica, el argumento de existencia de leyes naturales, el argumento conjuntista, etc.) que valga la pena y lo quiere defender, tengo un mensaje de Barack Obama para él: EXISTEN LOS COMENTARIOS.

Espero que les haya gustado. COMENTEN, NO SEAN TÍMIDOS